Para la historia del cine queda esa pedazo de magnífica intro de Watchmen, con la canción The times they're a changing, de Bob Dylan. Pero la banda sonora no se queda ahí.
¡Buenas y mejores! Antojóseme hoy que, con la buena música que suena en Los Soprano, me apetecía hacer una recopilación de la más chanante, a modo de Greatest hits. Capítulo 1x03 Elvis Costello - Complicated shadows
1x04
Mazzy Star - Look On Down From The Bridge
1x07
Jefferson Airplane - Whitte rabbit
1x08 Cake - Frank Sinatra
1x09 Morphine - Buena
1x12 Cream - I feel free
1x13 Bruce Springsteen - State trooper
2x02 Ella Fitzgerald - Goodnight my love
2x03 Los Lobos - Viking
2x09 Otis Redding - My lover's prayer
2x10 Journey - Wheel in the sky
2x11 Johnny Thunders - You can't put your arms around a memory
2x12 Eurythmics - I saved the world today
2x13 The Rolling stones - Thru and thru
3x01 Elvis Costello - High fidelity
3x02 Les Paul - I'm forever blowing bubbles
3x06 The Kinks - Living on a thin line
3x07 Nils Lofgren - Black books
3x12 The lost boys - Affection
4x02 Radiohead - Kid A
4x04 Spaccanapoli - Vesuvio
4x05 Dean Martin - My rifle, my pony and me
4x06 Dave Edmunds - Take me for a little while
4x07 The Chi-lites - Oh girl
4x09 Apollo 440 - The man with the harmonica
4x11 The Beach boys - Surfin USA
4x13 Dean Martin - I love Paris
5x02 The Rolling stones - Undercover the night
5x06 Etta James - The blues is my business
5x08 Faces - Bad 'N' Ruin
5x10 The Kiks - I'm not like everybody else
5x13 Van Morrison - Glad tidings
6x01 Billie Holiday - Comes love
6x02 Moby - When It's Cold I'd Like To Die
6x04 Pink floyd - One of these days
6x06 X - 4th of july
6x08 Ray Charles - I'm Gonna Move to the Outskirts of Town
Antes de haberlos escuchado, dos amigos que bien conocen mi gusto musical, ya me los recomendaron y me advirtieron que me iba a enganchar encarnizadamente a ellos. Yo dudó, tratando de evitar un efecto Pigmalión, pero la advertencia se cumplió, y me metí en vena su primer disco, y en cuanto se publicó un mes después, el segundo.
Formado por Mikel Izal (vocalista y compositor), encabezando una formación que completan Alejandro Jordá (batería), Emanuel Pérez “Gato” (bajo), Alberto Pérez (guitarras) e Iván Mella (teclados). Entre sus influencias, según ellos mismos estánQueen, Red Hot Chili Peppers, Arcade Fire, Phoenix, Florence & The Machine, Two Door Cinema Club, Mumford & Sons, Extremoduro, Standstill, Glen Hansard, Alt-J, Metronomy, Sufjan Stevens, Zoé y Vampire Weekend, entre otras. De ahí su variedad rítmica. Igual a mitad de una canción entra un ritmo mariachi, que un ska, que un estribillo popero, que un redoble de batería que te moja la ropa interior. Y estas combinaciones en una estructura finamente hilada, con unos característicos silencios y unas letras donde entran las anécdotas,
la nostalgia por ciudades dejadas,
el romanticismo sin moñeces,
y las resonancias de la política actual.
Detalles variopintos: en directo suenan realmente bien, y particularmente llámome la atención lo bien que se lo pasa el batería mientras toca, que incluso se pone de pie y empieza a mover las caderas con cara de felicidad. Los recomiendo encarecidamente, o empezaré a matar gatitos.
Esta entrada no va sobre música (al menos, no estrictamente), pero me apetecía hablar sobre mi película favorita porque el día y el calor se me han cruzado así.
Puede que les suene o puede que no. Yo la encontré por casualidad, una tarde de verano en la que no había otra cosa que hacer más que mirar la cartelera y entrar en la siguiente sesión. "El título suena interesante", pensé.
Y la primera escena fue interesante, y las siguientes me acabaron de atrapar con sus diálogos, su fotografía y su trasfondo.
Motivo número 1: El mensaje
Toda la filosofía vitalista de Friedrich Nietzsche, con un aderezo platónico; está contenido en el filme de Jaco Van Dormael. WTF? pensarán ustedes. Pues sí: Aunque todas las posibles vidas de Nemo Nobody (Jared Leto), puedan resultar confusas, el mensaje de todas ellas es claro: sea lo que vida te depare, bueno o malo, todo es digno de ser vivido. El elemento platónico es que en una escena se explica (no hay spolier, tranquilos) que en el cielo, a los niños antes de nacer los ángeles les sellan los labios para que olviden todo lo que saben, y eso es el conocimiento absoluto, incluido todo lo que van a vivir, y las consecuancias de cada uno de sus actos. A Nemo (que en latín significa Nadie), no le sellan los labios y nace con ese conocimiento, a pesar de todo, elige no renunciar a nada.Esto remite a la idea platónica de la reminiscencia del alma. Es todo un Da capo!, un "¿y la vida era esto? pues otra vez volvería a vivirla".
Motivo 2: La estética
Es uno de los grandes atractivos del filme (que también poseen otros como "El imaginario del doctor Parnassus", "Big fish" o "La ciencia del sueño"). Los colores, la luz, los elementos oníricos y las metáforas visuales hacen que el ritmo y el interés no decaigan en ningún momento.
Motivo 3: La historia de Nemo y Anna
Es una de las historias más bonitas que he visto en el cine contemporáneo. Ambos protagonistas se conocen desde niños, y su historia también tiene varios finales (en otras posibles vidas, la historia de Nemo se escribe con otras mujeres). Esos "efectos mariposa" en los que uno piensa cuando la vida te une o te aleja de ciertas personas, se plasma en esta historia. Esa idea de cómo sería nuestra vida con una persona o sin ella, hace que envidiemos al protagonista, al poder discernir con quién puede tener una vida realmente plena y con quién no. Las decisiones nos determinan, pero hay que saber amar esas decisiones como parte de tu identidad.
Motivo 4: El reparto
Además del protagonista, Jared Leto, encontramos grandes actores de la escena europea como Sarah Polley (con un tremendo papel dramático como una de las mujeres de Nemo), Diane Kruger como Anna, y Rhys Ifans como el padre de Nemo (al que recordareis por Notting Hill).
Motivo 5: La música
El salto de la versión clásica de Mister Sandman (The Chordettes) a la punk de Gob, clásicos como Everyday de Buddy Holly, el aria Casta Diva de la ópera Norma de Bellini; e incluso composiciones a guitarra de Pierre Van Dormael.
El resto de motivos, mejor descúbranlos por ustedes mismos.
Ya sé que hace más de un año que los Strokes sacaron su último disco, pero por aquel entonces este blog no existía, y no he podido digerir el trauma hasta ahora.
Los Strokes fueron buenos, y mucho. Hicieron uno de esos discos redondos que no todas las bandas consiguen a lo largo de sus carreras (Is this it), y continuaron con otros dos álbumes que se mantenían en la línea pero con cierta madurez y elegancia adquirida por los años. Pero luego tuvieron un parón de 3 años en los que Julian Casablancas, el cantante de la banda, asegura que los pasó de resaca debido al cebollazo acumulado de una gira de dos años con sus consecuentes juergas y desfases. Albert Hammond Jr. no tenía suficiente con los cubatas y durante ese retiro tuvo que desengancharse del caballo. Con esto quiero decir que cuando lanzaron Angles en 2011 se podía comprender que sacaran un álbum más relajado y reflexivo que los anteriores, por ese "cambio de ciclo" que habían vivido los miembros de la banda. Y conste que Angles tiene varias canciones dignas, como Under cover darkness.
Pero hace un año lanzan Comedown machine, y pensé que estaban de coña. Básciamente porque cada canción por separado y el disco en conjunto era una parodia de sí mismos. Hay discos de los que una banda no se puede sentir orgullosa.
Los Strokes se distinguían por unos riffs sencillos pero pegadizos (algo admirable), canciones de melodía alegre y letras propias del nihilismo neoyorkino que representa Casablancas. Bien, tenían su estilo, dos guitarristas realmente buenos (Nick Valensi, rápido y limpio; y Hammond, más creativo y oscuro).
¿Y qué nos encontramos en Comedown machine? Juzguen por ustedes mismos. Todas las canciones tienen una base 4x4 que se repite hasta el infinito y más allá, con una voz invariable, suave y discotequera; cuando Casablancas nos tenía acostumbrados a gritos desgarradores, ahora esperen como mucho un uh uh uh uh uh
Simplemente, y para finalizar, comparen escuchando un extracto de Comedown machine, y otro de Room on fire; y ya me dicen dónde está Wally, es decir, dónde se ha ido la genialidad de estos chicos.
Tarde de verano en toda regla. Refugiado en casa con las habitaciones en penumbra: el sol hiere más que calienta.
Sombra fresca, que adivina fuera una atmósfera abrasadora. Música en la computadora, Spotify para más señas, con un archivo sonoro inabarcable.
Me decido por descubrir algo nuevo, un autor que desconozco. Aparece Mike Melvoin. Lo pincho y me relajo gratamente con su estilo formal de pianista de jazz. Asombrosa maestría técnica, y no poco gusto y sentimiento al transmitir lo que interpreta. Hay varios álbumes, generalmente tríos o cuartetos de jazz, todos ellos excelentes; algunos sublimes por el efecto de atmósfera relajante e íntima que proporciona.
Otro tremendamente original, se trata de piano solo y una narración que acompaña ese telón de fondo que va tejiendo el piano. Muy original.
Averiguo en google más sobre Melvoin, ya fallecido en 2012. Me ilustro: no sólo fue músico-intérprete de jazz, que lo fue, y excelente por las figuras con las que trabajó en clubes de áreas de Los Angeles, sino que además su faceta más conocida en EEUU fue la de compositor. Compuso para: Beach boys, The Jackson five, John Lennon, Quincy Jones, Natalie Cole, Barbara Streisand, Frank Sinatra y un largo etc. No olvidar bastantes bandas sonoras para cine.
En definitiva, todo un descubrimiento y una delicia escuchar y saborear su obra.
Dos álbumes destacables, disponibles en spotity (no en youtube)
Oh baby (2002): Excelente. Lo he escuchado entero y cuenta con un típico trío de jazz: piano + bajo + batería, mas la aparición de un saxo menor.
The Capitol sessions: con la única ayuda del bajo de Charlie Haden. Es un álbum lleno de sensibilidad y que crea atmósferas intimistas de un gran sabor auténticamente jazz engarzado con la tradición de composición americana contemporánea. Una joya.
Único album disponible en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=DQZ42I1-gc8
Hay una cosa que me tiene inquieta, crispada, preocupada y patidifusa.
Los ataques y acusaciones de Jack White hacia Dan Auerbach en particular y a los Black keys en genral.
Os pongo en situación, para quien no lo sepa.
"El verano pasado, durante el sonado proceso de ruptura de Jack White con su mujer, Karen Elson, TMZ publicó una serie de emails del rockero en los que llamaba a Dan Auerbach “gilipollas”. Ahora, a pesar de que Black Keys no piensan perdonar al de Raconteurs, el batería de la banda, Patrick Carney, ha reconocido que en el magazine rosa “deberían estar jodidamente avergonzados de sí mismos”.
Entre la maraña, un dato llamaba poderosamente la atención, pues otro punto de fricción era que Jack White aseguraba que no quería que sus descendientes fueran al mismo colegio que otro rockero que le estaba, literalmente, “robando” su música.
“Los emails que se filtraron de Jack White, por muy jodidos que sean, fueron una conversación privada y no eran para mí”, explica Carney. ¿Sabes lo horrible que sería que toda nuestra mierda privada fuera transmitida? Y la gente va y se dedica a husmear en esa mierda. En última instancia, eso no es asunto de nadie”.
“Mi preocupación con Auerbach es porque no quiero que los niños sufran nada relativo a esta mierda”, explica White a Elson en un email. “Esto significa que voy a tener que estar doce putos años sentado en sillas de niños (en el colegio) junto a ese gilipollas con otras personas que intentarán relacionarnos. Así él tendrá la posibilidad de meterse en mi mundo y copiarme”, prosigue Jack, según cuenta la web TMZ.
Esta inquina de Jack White hacia Dan Auerbach forma parte de la demanda con la que el ex White Stripes ha respondido a su anterior pareja, dentro de una historia que, por el bien de los niños, es mejor que se aclare cuanto antes y no se demore innecesariamente."
Vale, esto podría ser un pique cualquiera entre músicos, sin más. Pero lo que está tocando las narices es que ya hay gente que está entrando al trapo de la disputa (fans de White, por supuesto), y están publicando cosas como "mira, Dan Auerbach, se hace así", y un enlace de la nueva canción de White, Lazaretto.
Me gusta Jack White como músico, y Los White Stripes, y The Racounters, y The Dead weather. Lo que no me gustan son estos posicionamientos dogmáticos e infantiles, ya que un conflicto personal no tiene por qué extenderse a los gustos estéticos de la gente. No tiene sentido.
Está de puta madre que Jack White haya sido capaz de grabar su último disco en 4 horas, pero no veo que se parezca en nada al Turn blue de los Black keys. No es uno mejor o peor que el otro. Son distintos. No he detectado ni un riff similar entre ambos, ni mucho menos cualquier indicio de plagio. Pero en las neuras de Jack White no me voy a meter, porque se ve que es un genio de carácter complicado.
Por otra parte, debo alabar la respuesta de Patrick Carney al asunto, chapó.
Para finalizar, la actitud del oyente creo que debe ser atemporal y contemplativa dentro de lo posible. Me explico. Schopenhauer dijo que su sistema propone dos alternativas: la del arte, expuesta en su libro tercero, dado que el placer de su ejercicio sustrae al dolor del deseo: la contemplación estética aparta al hombre de la cadena infinita de las necesidades y de los deseos, con una satisfacción inmóvil y completa.
Bien , su estás disfrutando de la música, ¿qué importa que el músico en cuestión sea una bellísima persona, un putero o un gilipollas egocéntrico? Eso no le resta o le suma valor a su obra.
Ahora, al que me encuentre alguna similitud entre estas dos canciones, le regalo un perrito piloto.
